sábado, 5 de enero de 2013
Carta a los primos
Hola
pequeños primos o primates. Hola desde aca, desde miles de quilómetros de agua
y agua y ballenas, peces, barcos hundidos, submarinos, ciudades sumergidas bajo
el agua. Hola desde Argentina, tan pero tan lejos, y tan pero tan cerca. No
saben como se los extraña por aca!
Las
plantas se marchitan, los perros no ladran, los helados no se derriten y las
nubes son cuadradas. Es que desde el dia que se fueron se fue con ustedes el
mundo mágico, ese que empezamos a inventar y donde todos los chicos somos
felices, donde existen los mejores juegos, mas mejores comidas, los mas lindos
sueños de volar, viajar e inventar.
Por
ejemplo, el otro dia iba caminando por el jardín de casa, y encontré una
puertita chiquitita chiquitita. No la veía bien, porque era tan chiquitita que
no podía llegar a leer lo que tenia escrito encima. Le pedi los anteojos a la
abutela y lei bien claro lo que decía: vale por un paseo por el mundo mágico.
Me la guarde en el bolsillo, pensando que quizás, si era la puerta para ir
hasta el mundo mágico, debía solucionar el problema de pasar a través de ella.
Pero imaginaran que siendo tan alto no podría pasar por ella, como ninguno de
todos nosotros.
ASi que
mas tarde revise los libros de cuentos,
que muchas veces tienen soluciones muy lindas para problemas feos. Me
acorde por ejemplo, de un cuento muy lindo, que hace poco tuvo su película.
“Alicia en el país de las maravillas”. En la historia, Alicia no puede pasar
por una puertita debido al mismo problema que tuve yo. Ella, en cambio, tenia
la solución arriba de una mesita, pero yo…. ¿Dónde la iba a buscar?
Pense
que por la forma de los frasquitos, quizás podía encontrar el remedio para
hacermechiquito chiquito en una farmacia.
-
Buenos días señor, … tendrá algún producto con el que pueda hacerme
chiquito?
-
De que esta hablando usted? Respondió el farmacéutico con cara rara
-
Es simple. Mire, necesito pasar por esta puerta – dije sacando la
pequeña abertura de mi bolsillo y mostrandosela- y no encuentro la forma. Pense
que quizás usted tenia alguna pastillita para volverme pequeño como una hormiga
y asi pasar a través de ella. Es muy importante para mi poder hacerlo cuanto
antes
-
Es que en esta farmacia no vendemos ese tipo de pastillas –contesto el
farmacéutico.
-
Y tendrá usted idea de donde pueda conseguirlas? Pregunte ya pensando
que no encontraría la forma
-
Mire, le dare la dirección de una señora que quizás lo pueda ayudar
–dijo anotando detrás de un pequeño papelito- , pero por favor no le diga nada
a nadie sobre la existencia. Y vayase
cuanto antes, no quiero tener problemas con mis jefes
Sali de
la farmacia doblando el papelito a la mitad unas 8 veces (alguna ves lo
intentaron? Van a ver que es imposible, por mas grande que sea, doblar a la
mitad un papel mas de 7 veces) y gaurdandolo en el bolsillo junto a la pequeña
puerta.
Sali un
poco triste, y me fui a sentar a la plaza. Pense que quizás mis pequeños
sobrinitos me estarían esperando dentro de el mundo mágico, y yo sin poder
entrar. Pense en Santaño, Vickuña, Fransepe, Lujaña y Juantope. Pense que se estarían tirando de grandes
montañas rusas de chocolate caliente, esquiando sobre nieve de helado, viajando
en el tiempo, siendo princesas, reyes, pero por sobre todas las cosas, soñando.
Me extrañaran a caso mis primitos? O jugaran sin saber que falto yo en el Mundo
Magico?
Saque
el papelito que me había dado el farmacéutico, y desdoblándolo cuidadosamente
lei la dirección. 12345678 de la calle jhyajyllqkxzy. Que maldito… pensé. Me
había anotado cualquier dirección para sacarme de encima y que no le traiga
problemas. Mi idea de volver a verlos a todos de vuelta, juntos, se volvia casi
imposible sin poder entrar por aquella puertita que guardaba en el bolsillo. Ademas,
no podría preguntar a nadie por esta calle, ya que no solo se reirían de mi,
sino que ¿intentaron pronunciarla?
Al otro
dia, comente mi problema con amigos, pero las soluciones que me daban no eran
para nada buenas. El primero me dijo que vaya al aeropuerto y saque pasajes,
pero le conte que la única manera de llegar al mundo mágico era a través de
aquella puerta, y que había ningún micro, ni avión ni barco que me llevara ahí.
Hubo
otro que me dijo que contrate a un buen carpitero, para que hiciera la puerta
en un tamaño con el que yo entrara. Pero ni el mejora carpintero sabia lugar
como hacer para que, abriendo esa puerta, pudiera llegar al mundo mágico.
Por
otro lado hubo algunos que me dijeron que me cortara en pedacitos chiquititos,
pequeñitos, hasta pasar de a uno todos para el otro lado. Y que ahí viera que
pasaba, porque quizás quedaba en pedacitos, o quizás quedaba entero. Pense que
iba a ser difícil volver a ordenar los millones de pedacitos de mi cuerpo del
otro lado. ¿se imaginan poner un pedazo de la cola en la cara, sin darse
cuenta? O poner el ojo en la punta del dedo gordo del pie? No me podía
arriesgar.
También
hubo uno que me dijo que mellenara de aceite, y que haga fuerta, que al final
iba a terminar pasando. Pero no. Lo probamos al otro dia, y se me quedo
enganchada en el dedo meñique de la mano, que fue el único que pudo pasar. Eso
si, cuando saque el dedo que había podido pasar para el otro lado, me salió
lleno de dulce de leche, y con una antena de teléfono en la punta. Ademas, mirando con una lupa mas tarde,
descubri que alguien me había dejado un mensaje escrito: ¡Te estamos esperando!
Que
bronca que tenia! No podía pasar, ni había ninguna manera de llegar a hacerlo!
Esa
noche me fui a dormir triste, y tuve un extraño sueño donde iba yo caminando, y
había muchísimas puertas, cada una con un numero grande en ella.
A la
mañana siguiente hice un intento algo estúpido, cuando antes de lavar los
pantalones que estaban sucios, encontré el papelito que me había dado el
farmacéutico aquel dia. Escribi la dirección exacta en el google, para ver que
decía. Tamaña sorpresa fue la mia cuando no encontré nada….. nada mas que una foto, que tenia
escrito el nombre de la calle con una flecha que señalaba para adentro, en una
esquina. Mas precisamente, un pasillo en
el medio de una cuadra. Pero … donde seria.
Analice
de mas cerca la foto, y en un vidrio al costado, vi un cartel enorme que decía
“CASA DE EMPANADAS La argentina”
Se
imaginaran que después puse eso mismo en el google, pero el resultado no fue
tan bueno como esperaba. SALIERON MAS DE 50 LOCALES CON EL MISMO NOMBRE!
Asi sin
dudarlo, me puse a anotar dirección por dirección en una hoja, para ir a
revisar una por una y por fin encontrar aquella calle. Las primeras tres no me
fueron difíciles. Quedaban muy cerca de casa. Asi que agarre la bici y
recorriendo estos lugares descubri que no era ninguno de ellos frente al que se
encontraba la calle jhyajyllqkxzy. Triste, pero por lo menos con un objetivo
volvi a casa. Los siguientes no fueron tan fáciles. Al parecer había argentinos
viviendo por todo el mundo, porque además de los 3 que quedaban cerca de la
casa de abutela, visite todos estos:
1 en
ecuador, de donde salen la mayoría de las bananas
2 en La
rioja y San Luis, provincias de argentina
2 en
España, atendidos por unos gallegos que me contaron chistes buenisimos
5 en
Mexico
3 en
Holanda (estuve cerca de su casa, por Amsterdam!)
2 en
Namibia, un país de africa
4 en
Estados unidos!
10 en
Capital federal, en buenos aires. Uno estaba a la vuelta de la abu fifi y otro
cerca de lo de la tia vero.
1
debajo de las cataratas del iguazu, en misiones, una provincia de argentina.
3 en
Indonesia
5 en
china
3 en
Rusia (las vendían congeladas, porque hacia un frio)
2 en La
antartida donde hace mas frio todavia
4 en
Canada
Se
imaginaran que no fue fácil recorrer todo el mundo en bicicleta, pero ya esta,
lo hice y tarde un monton pero estuve seguro que, una vez que lograra entrar al
mundo mágico, iba a poder volver el tiempo atrás. Hubo veces que pedalie arriba
de ballenas para cruzar océanos, que le puse alas y vole por arriba de bosques
y desiertos, pero sin lugar a dudas, el lugar mas lindo para andar fue en el
desierto, acompañadp de elefantes, jirafas, leones, hipopótamos y cebras.
Pero
bueno, les estaba contando que recorri todos los lugares. Y que, finalmente,
encontré la calle que me había dicho el farmacéutico, donde encontraría a la
señora que podría ayudarme.
Extrañamente, quedaba en la antartida.
Con el
frio que hacia, no me llamo mucho la atención que en el medio de la nada, en
medio de tanta nieve, pingüinos, hielo y montañas hubiera un lugar donde además
de haber un pequeño pueblo, había una casa de empanadas que se llamaría “La
argentina”. Pero finalmente el pasillo, a mitad de una cuadra, apareció. La calle jhyajyllqkxzy apareció, y varios pingüinos
salieron haciendo una fila graciosa de una de las puertas que había a los
costados. Tamaña sorpresa me lleve, cuando note que cada una de las puertas
tenia un numero grabado. 1, era la primera. 2 la segunda. 3 la tercera y asi
seguían. Se iban intercalando una frente a otra, y asi seguían por metros y
metros y metros, hasta que el pasillo se veía tan lejano que ya no se veía.
Camine varios días hasta encontrar la puerta, ya que no podía ir con la
bicicleta. Cada vez que se hacia de noche, tocaba la puerta dos o tres veces y
siempre algún amable pingüino, foca, u oso polar me invitaban a pasar la noche
y a comer sopa de pescado. Cuando les preguntaban si sabían por aquella puerta,
la numero 12.345.678, ellos ponían extrañas caras, y decían no saber de que se
estaba hablando. Mas extraño me pareció todo esto, cuando noche a noche, en las
2 o 3 puertas que tocaba para que me invitasen a dormir, solo veía animales.
Estando
ya por la puerta numero 567.890, cansado, jugué una partida de ajedrez con un
león marino, que me enseño como hacer para que mi bici pudiera andar tanto
arriba como abajo del agua.
Finalmente,
al 3er dia de caminata, encontré la puerta. Parecia diferente en aspecto con
las anteriores, y como extraño dato, era la ultima. De ahí en adelante las
puertas comenzaban, nuevamente, a descender numero a numero. Ademas, delante de
la puerta, había una alfombrita muy muy larga, ya que parecía decir la palabra
“Bienvenidos” en cientos de idiomas:
Willkommen
Benvenuto
Bienvenue
Bienvenido
Bem-vindo
Приветствую
مرحبا
Vítejte
Benvenuto
Bienvenue
Bienvenido
Bem-vindo
Приветствую
مرحبا
Vítejte
Welcom
hos
geldiniz
Bine ati venit
Bine ati venit
Welcome…. Y cientos mas.
La lista seguía y la alfombrita iba llendose
por el pasillo pasando por el frente de todas las puertas que seguían para el
otro lado de el.
Finalmente toque la puerta, nervioso, y a los
segundos empece a escuchar unos extraños ruidos que venían desde adentro. Al
parecer muchas trabas cerraban la puerta del otro lado, que fueron abriéndose
una a una, hasta que finalmente la puerta comenzó a abrirse.
Del otro lado, con una pequeña porción de la
puerta abierta, salió la cara de un pingüino que mirándome de arriba abajo
pregunto:
-
What do you want?
-
Hola, disculpe. Estoy buscando a
una señora – dije muy timido en español, aunque entendi su extraño ingles, pero
decidi hablar en mi idioma
-
il vous veut ici ? – Parecio repetir nuevamente,
pero ahora en otro idimoa
-
Disculpe-
dije – es que no entiendo lo que me dice…
-
hij wil dat je hier? Insistio nuevamente
-
Mire, no le entiendo – repeti – estoy buscando a
una señora
-
ele quer você aqui? Hablo una vez mas
-
Enserio, no entiendo lo que me esta diciendo.
Esta la señora? – Le repeti un poco desesperado, ya que me sentí muy incomodo
con la situación
-
Si nene, siiii –Me dijo
sorpesivamente- Es solo que quería saber
si sabias otro idioma además de el español, pero parece que no…
-
No, la verdad que no. Pero si me
entendió desde un principio, porque no me hablo bien desde ahí?
-
Mire, usted vino aquí buscando a
la señora, y yo me divierto de la manera que a mi se me ocurre. Que se piensa,
que todos los días tocan la puerta aquí?
-
Ehhh, tengo un poco de frio –
Arriesgue – y ya se esta haciendo de noche. No podríamos hablar dentro.
-
O siii, disculpe mi mala
educación. Pase.
Lo que había adentro no lo hubiera creido
nadie. La puerta, al parecer, daba a un mágico jardín en primavera, donde
florecían los rosales y los arboles estaban llenos de hojas. Corrian los
pingüinos jugando un partido de futbol que al parecer se había interrumpido por
mi intromisión.
Camine unos pasos mirando el hermoso panorama,
y pasando por sobre un puentecito cruce un extraño arroyo donde nadaban peces
que me saludaban desde bajo el agua. En el medio de una pequeña isla, había
sentada una señora debajo de una glorieta llena de uvas. Meciendose en su
hamaca, al parecer me estaba esperando.
-
buenas tardes –Dije mirando el sol
en el cielo
-
Buenas tardes serán para ti-
contesto la señora. Ya son mas de las 10 de la noche. A ti te parece tocar la
puerta a estas horas?
-
Disculpe, es que se me hizo muy
largo el camino hasta aquí. Llegue en cuanto pude, y no me fue fácil
-
Lo se, lo se. Y también se porque
vienes. Tus primos están esperándote, y no debes perder mas tiempo. Aquí tienes
la receta del brebaje que debes tomar, si quieres por esa puerta entrar. – me
dijo estirando la mano y dándome un pergamino que se desenrrollo solo cuando lo
sostuve.
-
Que debo hacer con esto? –indague
-
Las instrucciones son claras,
vuelve a tu casa cuanto antes, y haz todo lo que dice ahí.
-
Muchas gracias, le dije, sin poder
mirar su cara que observaba para el otro lado.
-
Disculpe, pero afuera es de noche,
no podría partir mañana por la mañana? –Cuestione un poco preocupado por el
clima y la hora que me esperaba de otro lado de la puerta.
-
Sal por la otra puerta, te será
mucho mas fácil. Uno de mis chicos te acompañara.
Acto seguido, uno de los pingüinos que jugaba
al futbol se acerco a mi. Era gracioso verlos correr detrás de la pelota, ya
que con sus pequeñas patitas cortas y tan juntas, se les hacia difícil avanzar
rápido.
-
La señora te ha dicho que puedes salir
por la otra puerta. Sigueeme –dijo- ven por aquí
Llegamos siguiendo hacia el otro lado de la
isla, y cruzando un nuevo puentecito, a la otra puerta. El pingüino la abrió, y
de una patada en la cola me echo hacia el otro lado, cerrándose inmediatamente
tras de mi la puerta Numero 1.
Magicamente, había salido casi al lado de mi
bici, en la entrada del pasillo, donde había comenzado mi interesante periplo.
Quise abrir nuevamente la puerta, peor me fue imposible. Y por mas que golpee y
golpee, nadie vino del otro lado. Asi que decidi emprender mi regreso a casa,
guardando el pergamino en mi mochila.
Varios días tarde en llegar de vuelta a
Ballester, pero fue por debajo del agua gracias a las enseñanzas de aquel león
marino que me enseño a hacerlo.
Una vez en casa, desenrolle el extenso
pergamino, que decía asi:
Si al
mundo mágico quieres volver
Y a tus
primos otra vez ver
Contiente
el aire, cuenta hasta diez
Y sigue
las instrucciones
Que
aparecerán en la planta de tu pie
Desconfiado hice lo que el pergamino me decía.
Inspire fuerte, llenando mis pulmones de aire, y una vez llenos, lo contuve
contando mentalmente hasta 10.
La planta de pie comenzó a picarme, por lo que
tuve que sacarme la zapatilla y la media. Misteriosamente, en la planta del
pie, se estaba escribiendo en ese momento, un listado de cosas al parecer con
una birome invisible.
Receta de brebaje para empequeñecer
1 foto
de cada uno de los primos sonriendo
3
cucharadas de dulce de leche
1 pelo
de cada perro de la casa
1 foto
de justin biber
1
zapatilla usada
1
tulipan de Holanda (que suerte que cuando fui los locales de empanada me traje
uno)
2
manzanas con gusanito
5
pochoclos que vengan tirados del piso del cine.
1
vasito de coca cola
4 hojas
de el árbol de la esquina
2
cucharadas de tierra de hormiguero
1
estornudo de un señor gordo.
Rapido,
tome nota en un papel para que no se borrara de accidente. Las cosas mas raras
y difíciles me parecieron el estornudo de un señor gordo, y los pelos de perro.
Pero no hubo nada imposible de conseguir. Seria divertido contarles como logre
conseguir todos los ingredientes, pero eso se los contare en otra carta.
Una vez
reunidos todos los ingredientes, decidi mirar nuevamente el pergamino, que mas
abajo decía asi:
Una vez reunidos los ingredientes
Debes cepillarte bien los dientes
Poner todo en un balde enorme
Y tirarte de cabeza hasta que te transformes
Una vez
mas, segui las instrucciones. Decidi hacerlo en la pileta de casa, que era lo
mas parecido a un balde enorme. Tire la puertita al fondo, me tire de cabeza, y
el resto ya lo sabran. En unos segundos, tenia el tamaño de una cucarachita de
agua. Nade hasta el fondo contento, viendo la puerta apoyada contra el piso. Abri
bajando el picaporte, y entre porfin al MUNDO MAGICO.
Al
parecer estaban jugando desde hace un rato largo, y no les había costado mucho
entrar a ustedes. Les dije HOLAAAA , nos abrazamos, y nos pusimos rápido a
bailar, todos juntos.
FRANSEPE,
SANTAÑO, VICKUÑA, JUANTOPE, LUJAÑA Y NICO
Aca les
envio la puerta, y les pido a ustedes que me digan como es que entraron ahí
dentro.
Ustedes,
como llegaron al mundo mágico? Encontraron la misma puertita tirada en el piso?
Y como hicieron para entrar siendo tan grandontes? Escribanme y cuenten!
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